martes, 15 de febrero de 2011

La Luna ya no volvió a ser del mismo color

Habitación 616. Allí estaba ella. Sin creerlo aún. En apenas unos minutos su mundo se había puesto patas arriba. Tenía esa extraña y típica sensación que tiene una niña la noche del 5 de enero. Llegan los Reyes Magos y los niños mezclan la impaciencia y el respeto. Él le había mandado un mensaje al móvil diciéndo que pronto se verían. Había planeado un viaje. Los pasajes ya estaban comprados. Ella se encontraba en el hotel escribiendo como si la historia no le perteneciera. Como si fuera un relato intruso.

La chica, tendida sobre la cama, tecleaba las minúsculas teclecitas de su notebook mientras imaginaba el reencuentro. Como tantas otras veces a jugado con dejar volar sus pensamientos... ideas que al final quedaban suspendidas en el aire, sin más. Esta vez parece que iba a ser cierto y probablemente, lo que sucederá en esos cuatro días lo recordará toda la vida con la mejor de sus sonrisas: porque ella también tiene derecho a vivir uno de esos amores que sólo suceden en los libros.

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