jueves, 18 de noviembre de 2010

Maquiavélica perfección


Perfecto ejemplo de naturalidad. Pulcra y casta. Siempre con la cara lavada y cada temporada con un hombre diferente en la cama.
Perfecto ejemplo de sumisión, y aquí nada que objetar porque sin un titiritero cerca no existiría la marioneta.

1 comentario:

  1. Que filosófica te pones de vez en cuando...

    No me queda clara una cosa: sumisa ella o sumisos ellos? porque convencer a un tío para cada temporada... tiene una persuasión

    nos vemos

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.